Viviana Ibrahim
Argentina
Secó
su lágrima falaz sobre el cuerpo aún tibio.
Descendió
por las escaleras en busca de algún signo que le dijera, por fin, cuál era el
secreto. Siempre había sido bella y ella, una copia mal hecha.
Perdida su última
esperanza brotó, genuino, su negro llanto.
excelente!
ResponderBorrarGracias Gustavo por la lectura y por tu comentario!
ResponderBorrarViviana Ibrahim