viernes, 1 de julio de 2022

Aquellos años

 Gil Sánchez

Mexico


Quizá tan fugaz como un segundo, se estatiza el tiempo. Así sufrí una disociación en mí, cuando ella,

 encadenada a un recuerdo renacía vigorosa y, bailábamos juntos. El cuerpo y la mente se separaron,

 simplemente, mi mente voló desbocada. El cuerpo, como un sonámbulo salió a buscarla a la misma

 dirección a pesar que el tiempo hacía crujir los huesos. La vi arrodillada en su jardín, su cabello canoso

 me hizo dudar. Escuché en mi cabeza hueca, un eco extraviado que gritaba…, “sí es ella”. Al verme pasar,

 dejó de regar sus rosales. Buscó con su mirada ver mis ojos y juro que escuché retumbar su corazón.

 Luego, sin poder hablar, con disimulo pasé de lado. Mi mente seguía bailando, con aquella hermosa

 mujer de cabello castaño, mientras mis ojos, veía a otra persona.