domingo, 26 de enero de 2014

Debate -


Rubén Fernandez
Argentina

Cuando el tren paró en Quilmes, mi recuerdo quiso bajarse, pero la cordura se lo impidió.
También propuso permanecer allí la nostalgia, que quería reencontrar los aromas de la niñez. Entonces la lógica opinó que era un disparate, mientras la locura denunciaba discriminación.
En ese momento, aprovechando la disputa y cuando el tren ya partía, el amor se me escapó; desprendiéndose, se arrojó por la ventanilla entreabierta.
A partir de ese día, vivo en la indiferencia.

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