México
Desesperada
por ser la única, hundió su daga a nivel de la tetilla izquierda, de su ser
amado. Quiero que cierres tus ojos, con mi imagen dentro de tus mismos párpados
y viajes solo conmigo por la eternidad ―le dijo.
Después
de segundos, se preguntó: ¿Y si los abres en tu viaje, con otra imagen? Después
de otro segundo, apuñaló sus párpados.
Tremenda figura comprimida en un micro que muestra el disvalor de la posesión. Excelente escritor de mívros, estimado Gil
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