Maritza Sevilla V.
Valencia, Venezuela
Carlota estaba sentada en su cama, cuando un tigre entra
a dormir en su habitación. El tigre coloca una pequeña colchoneta en el piso,
justo debajo de la ventana; y, luego de dar muchas vueltas, por fin se queda
dormido. Y comienza a roncar.
A ella le causan mucha gracia sus ronquidos y después
de escucharlos por un rato, se da cuenta que ronca de tres maneras muy
distintas. El primer ronquido es como si el tigre estuviera haciendo gárgaras,
pero muy fuerte. En el segundo, ronca
bajito y de repente suena como una flauta pequeñita, que hace que a ella
se le salten las lágrimas de tanto reír.
El tercer ronquido es igualito a la burla que hacen los niños, cerrando
la boca y soplando el aire con fuerza para que mueva los labios al salir.
Carlota está tan divertida que no tiene nadita de
sueño. Se pasa un largo rato mirándole dormir: como se da vueltas, como se
rasca la espalda, como se pasa la mano por la cara quitándose una telaraña
imaginaria.
Al cabo de un tiempo, ella bosteza y comienza a sentir
mucho sueño. Pone su cabecita sobre la almohada y trata de dormirse, pero los
ronquidos no la dejan. De momento todo queda en silencio y, de repente, suena
la flautita que ya no le hace ninguna gracia. Se baja de la cama y trata de
despertarlo diciéndole que ya no ronque, que ella quiere dormir; pero el tigre
está profundo en su propio sueño.
Entonces busca sus muñecos de peluche y los coloca en
fila en su cama, tratando de hacer un muro que pueda impedir que los ronquidos
se escuchen en su lado. Pero no funciona. Se coloca la almohada sobre la cabeza
y, aún así, no le permiten conciliar el
sueño.
Con sueño y de malhumor se sienta en la cama pensando
en qué otra cosa puede hacer. Finalmente, decide tomar su almohada, su cobija y a Tomás, su osito
de peluche; bajar las escaleras, encender la luz de la cocina, para no sentir
miedo y acostarse en el sofá verde de la sala.
Carlota quiere mucho a su hermano; pero, la próxima vez que él los visite: ¡qué duerma
en el sofá y no en su cuarto!
Se borró lo que puse, lo lamento, nunca escribo dos veces lo mismo
ResponderBorrarLo pensé de nuevo. La idea me parece buena, el final no me gustó,el cuento debe terminar, pero la fantasía debe seguir, aquí se cae todo, ojo, no hay que desaPROVECHAR EL CASO CUANDO TIENES ALGO BUENO ENTRE MANOS. Saludos
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