Deanna Albano
Caracas, Venezuela
La misma rutina de todos los días: revisar los
mensajes, prepararse, desayunar, alistar al bebé, dejarlo en la guardería, ir a
la oficina, a la una recoger al niño, preparar el almuerzo,
realizar los trabajos de traducción por la tarde. Siempre
pegada a la tableta.
Un 13 de Agosto, excesivamente caluroso
y sofocante, fue primero a la oficina por una urgencia, varias llamadas
la entretuvieron, el jefe la llamó. A las doce y treinta, palideció, salió
corriendo hacia el carro: solo pudo recoger el último suspiro del
chiquillo, quien ese día cumplía escasos trece meses.
¡Bien, Deanna, bonita tu disertación, aunque sea uno de tantos lamentables sucesos que se nos presentan y se sufren como resultado de una sociedad tan deteriorada.
ResponderBorrarAbrazo
Alejandro Franco
Muchas gracias Alejandro. Lamentablemente fué un hecho real, que además se repitió hace un mes.
BorrarUn abrazo
Deanna
Deanna, Con tu buen y depurado estilo narras un suceso, que engancha al lector hasta el final en que revelas un lamentable hecho real. Felicitaciones.
ResponderBorrarContundente para llevarnos a ese desenlace inesperado. Bien relatado Deanna
ResponderBorrarClide muchisimas gracias por tus comentarios los cuales aprecio mucho. Deanna
BorrarElvirita que buen comentario el que tu haces. Muchas gracias Deanna
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