Doris Irizarry
Puerto Rico
Nació una noche de verano en la playa, desde entonces, rodó día y noche por su cabeza. Hubiese querido diluirse en una neurona moribunda y jamás haber saltado del umbral de la conciencia para convertirse en realidad. Pero los pensamientos no tienen culpa, fueron ellos dos, que ajenos a su mirada, le dieron forma mientras amalgamaban la savia de sus cuerpos entre la arena y la espuma.
Excelente! Un juego muy creativo entre mente y cuerpo en esa evolución de los pensamientos. Realmente son una amalgama cuando se unen a otros pensamientos. Me encantó
ResponderBorrarDoris, una reflexios genial,!increible! clap,clap. Me encantó.
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