Paola Pamapre
Concepción del Uruguay, Argentina
(…) esa mujer ¿por qué grita?
andá a saber
mirá que flores bonitas
¿por qué grita?
jacintos margaritas
¿por qué?
¿por qué qué?
andá a saber
mirá que flores bonitas
¿por qué grita?
jacintos margaritas
¿por qué?
¿por qué qué?
Susana Thénon
(BsAs 1935-1991)
El barrio está al tanto, pero es complicado
tomar cartas en el asunto. La casa de mitad
de cuadra, esa tan distinguida, la que tiene un hermoso jardín en el frente, una pileta y un parque extenso diseñado por un famoso
arquitecto, sí esa que la observa todo el mundo, hace mucho que la construyeron. No hay quien
conozca un poco de la historia de la
zona, que no la admire. Es de gente “bien”.
Todos los del edificio lo saben pero afrontarlo es
difícil. Como ojos verticales que se elevan por veinte pisos, tienen el
privilegio de butacas reservadas. Desde los balcones que dan al centro de la
manzana pueden observar, con disimulo a veces y otras descaradamente, lo que
sucede en el patio. La casa en cambio,
con sus ventanas cerradas, esconde con
piedad la situación.
La señora de López saluda a todos, conversa a veces con los vecinos
desde adentro de la reja y riega y riega sus canteros. A menudo corta los pimpollos de sus rosales
sin cuidarse de las espinas… ¿Será por eso que ella tiene los ojos salpicados y sangre en los
dedos?... ¿La viste, mamá?
Los ojos de la señora son raros, miran sin
verte, a veces parece que hablaran…ojos
que gritan diría. Vení a ver que te corro un poco la cortina. Dejá de acomodar las calas en el jarrón y
vení. Vení te digo y fíjate que en la calle hay una
ambulancia, vaya a saber que está pasando en la vereda que hay una ambulancia,
una ambulancia te digo, fijáte. No
podemos salir a preguntar con esto de estar en cuarentena. Vos conocés a la
señora de López porque trabajaste en su casa ¿nunca te comentó nada? ¿Por qué
estas llorando? Ahora llega un patrullero y bajan algunos agentes ¿Qué estará
pasando? Los vecinos están asomados a las ventanas pero nadie puede salir a la
calle por culpa del coronavirus, es una desgracia. Hace días que ni hasta al
kiosco podemos ir. ¡Es una cagada! Todos encerrados. Hoy estaba tan callada la casa de los López
que pensé que no había nadie, salvo ese grito a la hora del almuerzo. ¿Por qué
grita esa mujer? Yo no estaba muy segura de dónde provenía el grito, alguien
subió el volumen de la televisión, era la hora del noticiero y había olor a
comida quemada. ¿No escuchaste nada mamá? Estás cada vez más sorda, vieja,
aunque no hay más sordo que el que no quiere oír, y dejá de llorar porque me
viene a la memoria lo que llorábamos juntas hace mucho tiempo atrás. Si habré llorado sin gritar aunque me dolía
la garganta de aguantar. Me tiemblan las manos de solo acordarme. ¿Por qué no
gritábamos, má? ¿Por qué ahora tu llanto es silencioso? Ya sé. Tengo que dejar
en el fondo de un pozo los recuerdos que duelen. Esas cosas pasaban en la villa
miserable donde vivíamos y yo era muy chica y los pocos pesos que vos juntabas fregando te los quitaba esa bestia
alcohólica que fue mi papá. A veces tengo sueños muy feos mami…aunque ahora nuestro
dolor está atenuado y nuestras
cicatrices escondidas. ¿Por qué no
gritaste, mujer? Mamá, vos no gritaste
ni cuando papá me agarraba de los pelos, cuando me mandaba a la cama sin cenar.
Estaba oscuro y yo tenía tanto miedo. Escuchaba ruidos y golpes y lloraba
tapándome con la almohada. Pasamos años
con esa tortura, el espanto me amordazaba. Y aunque lloré cuando ese bruto se murió de
cirrosis como para disimular, por dentro vos y yo no parábamos de bailar y
cantar, por fin nuestras voces acalladas eran festivas. ¿Te tomás un cafecito?
Voy a la cocina y lo preparo.
No tengo que ir a trabajar a la oficina. Tuve suerte de
conseguir el empleo así ella puede quedarse en casa. No se puede viajar por esta semana
por lo del virus ése, así que me tengo que poner en la compu a trabajar por
internet. Hay que conformarse. Por
suerte tenemos celulares ahora y nos entretenemos con la tele. Vení, má que el
café se enfría ¿Qué te pasa viejita? ¿Y ese grito? Ya voy ya voy ya voy…
¡Mirá como se llevan esposado al doctor López!
¡Una joya Paola! ¡Muy bien contado! ¡Qué gusto leerte!
ResponderBorrarExcelente Paola! Un tema arriesgado, con el ritmo y el tono adecuado. Bravo!
ResponderBorrar