viernes, 19 de agosto de 2016

Sopas de Setas

Belisario Oliva Sosa

 

Perú


                                 SOPA DE SETAS

Morgana, una guapa inglesa parada frente a la puerta principal del castillo del duque de Windsor, golpea por quinta vez el portón de madera. Su rubia cabellera ondea con la cálida brisa que envuelve al castillo. No viste como una pueblerina, sino más bien como una joven de buena posición económica; aparenta tener unos 25 años.
Finalmente, el jefe de guardia decide atender a Morgana.
––He venido por invitación de don Charles, el chef del palacio, para trabajar en la cocina.
El jefe de guardia contrariado por la respuesta de la joven, ingresa al palacio en busca de don Charles. Le llama la atención el rostro de felicidad de éste al enterarse de la llegada a palacio de Morgana y que le ruege que de inmediato la haga pasar y la guíe hasta la cocina.
Morgana es recibida con un abrazo por don Charles, quien no disimula su alegría de tenerla en palacio. Luego de presentarla a los demás miembros de la cocina le dice:
––Dame unos minutos para preparar tu dormitorio, como te lo mereces. Después de tan largo viaje debes estar agotada y necesitas descansar. Al mismo tiempo pongo en conocimiento del duque tu llegada. No creo que haga ningún reparo para tu contratación como cocinera de palacio, más aun, con las grandes cartas de recomendación que estas presentando, y especialmente las de tu labor en la corte real francesa.
Y así sucedió, le dieron el visto bueno para que Morgana laborase en la cocina, y el duque anunció a su chef que uno de estos días pasaría por la cocina para conocerla y saludarla. Deferencia que no acostumbra tener, pero dado las excelentes cartas de recomendación presentadas, haría una excepción. Pasados tres días él decide conocer a su nueva cocinera. Queda muy impresionado de su hermosura y a la vez intrigado porque una chica de finos modales y buen vestir prefiera trabajar en la cocina.
Morgana no tarda mucho en granjearse el aprecio y simpatía de no solo los miembros de la cocina, sino también de algunos integrantes de la corte que la conocen por su buen trato y belleza angelical. Abundan los términos elogiosos de los miembros del palacio. Desde la llegada de Morgana la variedad de la comida ha mejorado considerablemente. Se combinan platos de la escuela francesa e italiana con la china e inglesa con una exquisitez en la sazón.
En época de invierno, la sopa de setas es el plato estrella de Morgana. Ella misma escoge los hongos en los bosques, en las afueras del palacio. Nunca delega en otra persona esta tarea, pues considera muy peligroso confundirlas con las setas venenosas. Según los comentarios de los lugareños, Morgana suele conversar animadamente con un Centauro, el cuidador mágico del bosque donde recoge las setas.
El reino de Arcador, que se encuentra al noroeste de las tierras del duque de Windsor, se destaca porque su reina Ariana, de una belleza sin par, ha llegado al poder usurpando el derecho de sus familiares, utilizando poderes mágicos.
El duque de Windsor, con ocasión de conmemorar el natalicio del menor de sus hijos, ofrece un banquete en su palacio y, como todos los años, la reina Ariana cuenta entre los principales invitados.
         Dentro de las instrucciones para el éxito de la reunión, al chef Charles se le requiere que el plato infaltable debe ser la ya famosa sopa de setas.
Como era una ocasión especial, Morgana decide agregar a su sopa rodajas de carne de cerdo ahumado, carne de res y de gallina, verdura china, fideos rellenos, huevos de codorniz, pimienta, jengibre y algunas especias francesas secretas.
La invitada principal queda tan complacida con la sopa que pide repetir el plato, a la par que solicita al duque que ordene la presencia de la autora de tan delicioso potaje para felicitarla.
Inmensa es la sorpresa de la reina Ariana cuando tiene frente a frente a Morgana, su sobrina y legitima heredera al trono de Arcador.
––No es posible que estéis viva. Mis propios soldados vieron cómo te ahogabas cuando fuisteis arrojada al río —expresa indignada la reina Ariana.
––El dije mágico, que llevo atado al cuello y que me lo obsequió el Centauro, me salvó la vida al mantenerme a flote sobre las aguas —responde Morgana con gravedad—. Ahora te quedan pocos segundos de vida, la sopa de setas para ti  tenía una pócima secreta. Te convertirás en una estatua de sal para toda la vida. Así pagarás todas las maldades e injusticias que has cometido con mi familia.
Morgana de inmediato parte al reino de Arcador, donde reina con tino y justicia y cuenta con el respaldo de sus súbditos. En su corte se mantiene el día de la sopa de setas y ella misma sigue yendo a los bosques para recolectar los consabidos hongos. También se dice que en esos lugares conversa con un Centauro y que cuando regresa se le ve radiante y feliz. ¿Será el Centauro su amigo, novio o amante? Solo ellos lo saben.
Mientras, en el castillo de Windsor se exhibe a Ariana, convertida en una estatua de sal.






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