Gil Sánchez
México
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En su juventud,
Arnoldo, tuvo una atracción con las mujeres que rayaba en lo inverosímil,
quizás pudiera decir, hasta en lo diabólico. Sus novias hacían largas filas,
entraban a una lista de espera muy particular. Las que tenía en color rojo eran
apasionadas, las de color azul, frías o inexpertas. La mayoría de las veces
disponía sus aventuras de acuerdo al color.
Como sucede con
todo; el tiempo pasó y golpeó su autoestima, doblegó sus rodillas, sus dientes
se perdieron y las arrugas arrasaron su cuerpo. Pero lo que no variaba, era que
besaba con pasión los espejismos.
Muy bueno!!!
ResponderBorrarExcelente el Micro
ResponderBorrarExcelente el Micro
ResponderBorrarEres el genio de los micros
ResponderBorrarComo siempre: excelente micro, con esa cosmovisión condensada pero metafórica que te caracteriza. Me tienes entre tus fans!
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